domingo, 10 de agosto de 2008

El camino de los 20...

Recién cumplidos mis veinte inviernos en temporada de verano, ha sido frío, el día estaba nublado aunque fue genial. Creo que fue el último día, el día donde la sonrisa se congeló.
Hoy en día el aire que me rodea yace contaminado en el sofá hibernando un mal peor para no dentro de mucho. Y la brisa fresca que me llegaba por el otro extremo, no está, y solo piensa en algo que solo sabe ella misma.

Me encantaría romper la atmósfera que separa estos dos mundos tan penumbriosos pero nadie me escucha, es lo que tiene el tener una voz tan dulce. He conocido a varios estados estos últimos días, la felicidad, el desánimo... pero creo que mis rodillas empiezan a flaquear mientras se hunden en este pantano de arenas movedizas.

Me encantaría salir corriendo, es lo que intento, por lo menos aún respiro y mantengo la esperanza gracias a mi ángel con carácter que me da buenas lecciones de vez en cuando, con su látigo de azúcar. Necesito, deseo cumplir mi sueño tal y como hice el año pasado, pero me siento distinta, creo que tengo mucho más miedo de no lograrlo, sería horrible, entonces si que me tragaría este pantano lleno de bestias, gritos, rencores, y demás locuras.

Acabo de romper con desánimo, prefiero a felicidad, aunque tenga que luchar con todas mis fuerzas como siempre lo he hecho, pero esta vezmás fuerte que nunca, porque realmente tiene que ser así. El sueño no puede acabar, sería demasiado injusto, no creo que toda la magia del universo me deje sola ahora.

Mi camino de los 20 solo acaba de empezar y aunque tenga que fabricar ese camino tengo buenas manos, inteligencia, fuerza y un gran arquitecto a mi lado, que me ayudará con todo su conocimiento y más.

Un abrazo de una borracha de amor.